curiosidades y evoluciones, del descubrimiento a nuestros días
El plástico, o mejor dicho, los materiales plásticos, han penetrado en nuestra vida, ya que son extremadamente versátiles y presentan unas características únicas. No existe ningún aspecto en nuestro día a día que no contemple el empleo de plástico: desde las bolsas para hacer la compra a la lavadora, de la ropa a los automóviles o las botellas para las bebidas. Y podríamos continuar con una lista infinita de productos.
Pero, ¿por qué el plástico ha tenido tanto éxito a lo largo de los años?
Comencemos por el principio: la palabra plástico deriva del griego “plastikos”, que significa adecuado para ser modelado. Los materiales plásticos son muy maleables durante la producción, y pueden dar vida a casi cualquier forma.
La historia del plástico comienza entre 1861 y 1862, cuando el inglés Alexander Parkes, al desarrollar sus estudios sobre el nitrato de celulosa, aísla y patenta el primer material plástico semisintético que bautiza con el nombre de parkesina (más conocido posteriormente como xilonita). El primer resultado concreto del plástico se produce unos años después, cuando en 1870 los hermanos americanos Hyatt patentan la fórmula del celuloide, con el objetivo de sustituir el marfil, caro y difícil de obtener, en la producción de las bolas de billar. En los primeros años del siglo XX nacen otros materiales plásticos —bakelita, PVC y celofán— pero es en la década de 1930 cuando se produce un verdadero cambio: el petróleo se convierte en la materia prima a partir de la cual realizar la producción, las técnicas de elaboración mejoran y se adaptan a las producciones masivas, comenzando por las del moldeado.
los años 50
A lo largo de los años 50 se descubren las resinas melamina-formaldehído, que permiten producir laminados para la decoración y moldear vajilla a bajo precio, mientras que las fibras sintéticas (poliéster, nailon) adquieren cada vez mayor éxito, como alternativas modernas, prácticas y más económicas que las fibras naturales. Esos años se caracterizan por el ascenso del polietileno —que triunfa con rotundidad solo dos decenios después de su invención— material del que se aprovecha el punto de fusión más elevado para permitir aplicaciones hasta el momento impensables y por el descubrimiento de Giulio Natta en 1954 del polipropileno isotáctico, que en 1963 le permite obtener el Premio Nobel junto al alemán Karl Ziegler. El polipropileno comienza a producirse industrialmente a partir de 1957 con la marca Moplen, revolucionando las casas de todo el mundo y entrando en la mitología italiana del «boom económico».
de los años 60 a la actualidad
En los años 60 se produce el triunfo definitivo del plástico como instrumento insustituible de la vida diaria y como nueva frontera también en el campo de la moda, del diseño y del arte. El plástico irrumpe en la vida diaria y en el imaginario de millones de personas, en las cocinas, en los salones, permitiendo a las grandes masas acceder a productos que antes estaban reservados a unos pocos privilegiados, simplificando los gestos, dando color a las casas, revolucionando la costumbres y contribuyendo a crear un estilo de vida moderno.Desde entonces, la carrera para el descubrimiento de materiales plásticos no ha parado: el desarrollo de tecnopolímeros, que presentan características de resistencia tanto térmica como mecánica, aún no exploradas parcialmente, ha llevado a un fuerte crecimiento tecnológico y a una continua afirmación para aplicaciones cada vez más sofisticadas e inimaginables.
La aventura empresarial de FITT en el mundo de los plásticos se remonta a 1969, cuando Rinaldo Mezzalira da origen a Viplast, empresa especializada en la elaboración de PVC, convertida después a todos los efectos en Fabbrica Italiana Tubi e Trafilati, esto es, FITT. Desde entonces han pasado 53 años, FITT ha llegado a la segunda generación guiada por Alessandro Mezzalira y cuenta con más de 100 patentes depositadas, 9 establecimientos de producción y casi 1000 colaboradores. Sus productos se exportan a 90 países del mundo y encuentran aplicación en el ámbito doméstico, industrial, profesional y de la construcción.
La investigación continua en materiales innovadores ha llevado al nacimiento de productos que han revolucionado los mercados y han establecido nuevos estándares de calidad, como la tecnología NTS, que impide la formación de nudos y estrangulamientos, la patente Chlorine Defence System (CDS) para las mangueras y tubos de piscina, Acua, la primera manguera sin ftalatos patentada FCU (Uso en contacto con alimentos), Native, la primera manguera sin PVC, el sistema FITT Bluforce realizado en PVC-A, FITT Force, la manguera de jardín compacta y ligera fruto de dos tecnologías, NTS y HD Tech. Y mucho más aún.
FITT base su estrategia de empresa sobre el estudio de procesos de transformación, la investigación de los materiales y el desarrollo de nuevos tecnopolímeros, tanto en los propios laboratorios como en asociación con centros de investigación y universidades, con el objetivo de encontrar soluciones innovadoras capaces de responder a los desafíos ambientales de hoy y del futuro.
Ello se debe a que el plástico ofrece características únicas y es extremadamente versátil: se puede utilizar en ámbitos cuya función finaliza en pocos días (los embalajes) pero también en sectores cuya función debe garantizarse durante más de 50 años (las construcciones).
El plástico es una realidad plural, por este motivo es más correcto hablar de materiales plásticos, esto es, de una gran variedad de polímeros, cada uno con diversas características, propiedades y campos de aplicación.
Según las normativas DIN 7728 y 16780 y la norma internacional ISO 1043/1, a cada material plástico se asocia a una sigla, que la identifica de manera unívoca.
Los termoplásticos son una familia de materiales plásticos que pueden fundirse cuando se calientan y pueden endurecerse cuando se enfrían. Estas características son reversibles, lo que quiere decir que el material termoplástico puede calentarse, moldearse y endurecerse de nuevo. Algunos ejemplos de material termoplástico son el polietileno, el polipropileno, el policarbonato, el tereftalato de polibutileno, las poliamidas, etc.
Los termoindurecibles son una familia de materiales plásticos que sufren un cambio químico cuando se calientan, creando una red tridimensional. Después del calentamiento y moldeo, estos materiales plásticos no pueden volver a fundirse y moldearse.
Algunos ejemplos de materiales termoendurecibles con el poliuretano, la silicona, la resina metacrílica, el viniléster, etc…
El 60% de las materias plásticas se usan en dos sectores: el de los embalajes (39,6%) y el de la construcción (20,4%)
El tercero sector con mayor demanda de materias plásticas es la industria automovilística (9,6%).
Desde hace más de 50 años FITT realiza mangueras, tubos, tuberías y sistemas para el paso de sustancias líquidas, gaseosas y sólidas para diversos sectores de aplicación: jardinería, piscina, construcción, náutica, infraestructuras y mucho más.Todas las soluciones se diseñan para garantizar el máximo rendimiento en términos de duración, rendimiento y operatividad y están realizadas con una fórmula química específica, que prevé el uso de determinadas materiales plásticos.
El PVC, las poliolefinas (polipropileno y polietileno) y los elastómeros termoplásticos son los plásticos más utilizados por FITT para sus productos.
Gracias a la resistencia a los esfuerzos mecánicos tanto con calor como con frío, a la intrínseca no inflamabilidad y a la posibilidad de estar específicamente formulado para el contacto con el agua potable y con sustancias químicamente agresivas, el PVC rígido se utiliza en la producción de mangueras y tubos para construcción, para alcantarillas y para redes de agua.
La alta flexibilidad, la resistencia a los agentes atmosféricos y la versatilidad del PVC flexible, lo hace ideal para la producción de mangueras técnicas, mangueras para el paso de líquidos alimentarios y mangueras de jardín.
Además, el PVC, tanto en la versión rígida como en la flexible, se puede reciclar fácilmente: de esta manera puede reutilizarse en los procesos productivos, para generar nuevos productos, eliminar los desechos y reducir el impacto ambiental.
Entre estas mezclas híbridas especiales de goma y polipropileno, se incluyen los elastómeros termoplásticos (TPE) con base estirénica y los que tienen una base de goma prevulcanizada. Los primeros son especialmente adecuados para el transporte de líquidos alimentarios y de agua potable, mientras que los segundos, junto a los elastómeros termoplásticos poliuretánicos (TPU) son ideales para empleos medio pesados, que requieren propiedades antiabrasivas y esfuerzos mecánicos prolongados a temperaturas más elevadas.
El etilvinilacetato (EVA), otro elastómero termoplástico, se usa en dos aplicaciones diferentes: gracias a la baja densidad que les permite flotar, se utiliza en las mangueras para la limpieza de las piscinas, y, gracias a la transparencia y la capacidad de contener el calor generado en el interior del invernadero por los rayos solares, se usa en la realización de las películas para los invernaderos.
Por último, el poliéster es ampliamente usado en el refuerzo textil de las mangueras flexibles. Los hilados de PET pueden unirse fácilmente a todos los materiales plásticos y, gracias a su tenacidad, garantizan la resistencia a la presión de las mangueras flexibles.
Por la ligereza, por las propiedades de resistencia química y por la posibilidad de hacer que sea ignífugo, antibacteriano y antiestático, también el polietileno es ampliamente utilizado en la producción de mangueras y tubos para la construcción, si bien en usos menos pesados.
El polipropileno, gracias a la inercia química y a la facilidad de unirse a los elastómeros termoplásticos, es ideal como material estructural en las mangueras en espiral para aplicaciones técnicas y alimentarias.
Los elastómeros termoplásticos representan la nueva frontera para las mangueras técnicas y las mangueras de jardín: por un lado, conservan el aspecto termoplástico que los hace completamente reciclables y, por otro, alcanzan características equiparables a las de las gomas en términos de resistencia y elasticidad.
del reciclaje de los residuos a la economía circular
Los materiales plásticos seguirán plasmando nuestro presente y nuestro futuro, pero solo cuando hayamos superado los desafíos globales relacionados con su impacto negativo debido a la dispersión en el medio ambiente, solo entonces podremos alcanzar el potencial pleno de estos materiales.
Por este motivo, es necesario crear una cadena de valor del plástico, que comience con un reciclaje correcto de los residuos y acabe en la economía circular, capaz de continuar ofreciendo beneficios para la sociedad y, al mismo tiempo, tener un impacto positivo en el medio ambiente.
Hoy, el 60% de los productos y de los componentes de plástico tiene una fase de utilización de entre 1 y 50 años, o incluso más.
Este lapso de tiempo determina cuando potencialmente se convertirán en residuos.
Por ello, en un solo año, la cantidad de residuos de plástico recogidos no corresponde a la cantidad de producción o consumo.
En Europa, en el 2018 se han recogido 29,1 millones de toneladas de residuos de plástico. De esta cantidad, el 32,5% se ha reciclado, el 42,6% ha acabado en el incinerador y el 24,9%, en el vertedero.
De 2006 a 2018, la cantidad de materiales plásticos destinados al vertedero ha disminuido un 44%, la destinada a los incineradores ha aumentado un 77%, mientras que la destinada al reciclaje ha aumentado un 100%.
Europa ha adoptado el objetivo de cero residuos llevados al vertedero para materiales reciclables como el plástico en 2030. Esta decisión llevará a los países de la Unión Europea a desarrollar y apoyar más la economía circular.
El vínculo entre FITT y el reciclaje de los residuos plásticos sigue tres directrices diferentes.
En primer lugar, cada año FITT recupera unas 3.000 toneladas de desechos de PVC de su producción mediante molinos y procesos de micronización presentes en los establecimientos. El desecho se convierte en un nuevo recurso que introducir en el ciclo de producción, capaz de generar un ulterior valor.
En segundo lugar, anualmente, FITT emplea unas 5.000 toneladas de gránulo de PVC regenerado proveniente de desechos de otros mercados, como la automoción y la construcción.
Finalmente, FITT ha decidido usar en la estrategia de desarrollo de nuevos productos, materiales que ya presentan hileras posconsumo activas, como el polipropileno.
